1 de mayo de 2015

Un color distinto

"ese permanecer en tanta fuga. Porque la nube estará ahí, constante en su inconstancia cuando tu, cuando yo -pero por qué nombrar el polvo y la ceniza."
A una mujer - Julio Cortàzar

A las agendas de los oficinistas me remito
cuando quiero comprobar
que existe el aburrimiento
como un síntoma social
-como síntoma cromático-

Pero
¿y que si quiero comprobar
los colores?
Porque su existencia es tan endeble
como la existencia de ellos
pero tibia
invisible
por los primeros.

Entonces,
¿recurro a la memoria
o a la acción?
¿al cedro o a mis manos?
¿al llanto o a la risa?

Recurro, casi siempre,
a negarme en la polaridad.
Ni a ni b son opciones
son postulados
gritos de mimo
ausencias
de la otra mitad.

Recurro
casi siempre
a buscar que me oigan escuchar
que me oigas
escuchar
-
que un poco también
puedo extrañar
a alguien
a todos
a ella
a vos

al no tener
-no como la búsqueda del tener
sino como afirmación positiva
del odio a los títulos de propiedad-

al no tener como forma
para inventar
el color
de la inconstancia
recurro
a extrañar
a alguien
a todos
a ella
a vos.

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