29 de abril de 2013

Spinetta y sus amigos



¿Conociste al Capitán Beto?

No. No lo llegué a conocer aunque intuía que tenía que existir un tipo así. Aparte, cuando él empezó a trabajar en el colectivo y modificarlo para su travesía se encanutó mucho más por temor a que lo descubrieran y lo boicotearan. Imaginate.

¿O sea que no colaboraste en el diseño de la nave?

No, no le dio lugar a nadie. Aparte, el Capitán no quería tecnología de punta. Él quería tecnología incaica, a través de monopolos magnéticos de influjos astrales. Utilizó tecnología de tiempos muy remotos, de unos tres mil años atrás. Se ve que tenía un arc con energía y la usó para confeccionar la nave. El flaco se encerró en un galpón de Haedo y no dejó entrar a ningún diseñador. Inclusive Oreste Berta iba todos los días, pero él se cortó solo y nos ignoró a todos. Aunque después recordó algu8nas cosas en el espacio…

¿Cómo se llamaba?

Heriberto Aguirre

¿Por qué largó el colectivo?

Dejó de ser un colectivero una noche en que la cana quiso usar su colectivo para llevar pibes detenidos, a la salida de un concierto del Flaco Spinetta. El motor se paró porque, en Beto, hombre y máquina se conjugaban. Bajó y les dijo a los canas: “No me arranca más”. Muy pícaro el hombre. A él no le importaba un pito que el concierto fuera de Spinetta o de Agustín Magaldi. No le parecía bien que le usaran el colectivo para trasladar detenidos, y menos si eran jóvenes. Se dio cuenta de que estaba todo podrido y como argentino no lo quería permitir.

¿En ese momento toma la decisión de volar?

Sí, ahí el tipo se dijo: “yo me voy no solamente de la línea para la que trabajo, sino que ahora mi periplo va a estar más allá de las márgenes de la tierra”. Evidentemente invocó sus poderes. Se ve que manejaba alta magia. Beto tenía la posta para mandarse.

Era tanguero viejo, ¿no?

Escuchaba Gardel, era hincha de River y le gustaban las plantas. Religioso el hombre, con su estampita de San Cayetano en el colectivo.

¿Habrá escuchado alguno de tus temas?

No, qué va a escuchar. Pero, aunque hubo una época en que hasta los colectiveros te gritaban por tener el pelo largo, Beto no lo hacía.

¿Qué edad tenía cuando se fue?

Sesenta años. Se fue grande ya, tampoco tan de taquito la iba a hacer. Con un balde de cemento armo una pila trinitrónica y se fue al espacio en un chasis de fibra. Usó técnicas perdidas en la noche de los tiempos.

Parece que extrañaba mucho…

Empezó a extrañar aquellas cosas que abominaba, los castigos de la ciudad. Él estaba cansado de la Argentina, pero se dio cuenta de que no podía transformar nada estando en la soledad del espacio. Querer modificar todas esas cosas e resultó una tarea imposible estando solo. Empezó a sentirse triste y melancólico.

Finalmente quedó errando en el espacio.

No volvió más. La ciencia tardó muchos años en descubrir en qué punto de la galaxia estaba. Finalmente quedó ahí en su nave, mezcla de pirámide y colectivo. Llevaba puesto su anillo. Su tumba es el espacio y allí lo dejaron en honor a su hazaña.

¿La ciencia no encontró ninguna explicación?

No. Los científicos se siguen preguntando hasta hoy cómo hizo este tipo. Porque es la proeza más grande que realizó jamás un hombre. El Capitán Beto superó las barreras científicas por la fuerza de la fe.

Luis, ¿cómo sabés tanto si no lo conociste?

Es un secreto. Con lo sagrado no se juega.

Fuente texto:Libro "Martropia, conversaciones Con Spinetta"
Fuente imagenes: revista Expreso Imaginario nº 18, año 1978

28 de abril de 2013

dos

dos cosas:
¡UNA! No esperes que no amanezca
¡DOS! No esperes que no amanezcamos.

Si todo es un sol hoy,
y vos;

dos cosas:
¡UNA! No creas en mis brujulas
¡DOS! No esperes caminos con huella.

Si todo es un sol hoy,
y vos,
y vos sos un sol tambien.

24 de abril de 2013

¿?

¿Qué esperan? Mi carne es simple
mi sangre aun mas.
Si vienen a por mi
vengan ya.

¿Qué esperan? Tardan demasiado
tortura es querer seguir
mas allá.

23 de abril de 2013

Sal a mirar las estrellas esta noche

Sal a mirar las estrellas esta noche
que el cielo se apiada de tus manos
y que lluevan mas alegrias que misiles.

Sal a mirar las estrellas antes que madruge
el todopoderoso dios de los desamores
de las dichas y fuegos de otro artificio.

Sal a mirar el cielo profundo esta noche
no le tengas miedo a una oscuridad
mas causal que lo casual.

Sal a mirar el frio esta noche fria
con manos calidas y el favor de volver a entrar
sal a mirar el frio que otros pasan.

Sal y mira directo las estrellas
esta noche, en este cielo, en estos tiempos
donde cambiar al mundo
depende de cuanto amor
demos,

(por seguro
con vos
ganamos todas)

22 de abril de 2013

Pan


Camino recto
Desierto de migas de pan.
Por cuestiones de tiempo,
se diría que limpio poco
espacio con mufa por falta.
Cara de colmenas que se llenan
de miel y de saquitos (sequitos) de té
gastados en tus aguas.

Me sirve mas:
recordando recordar que así
como hoy limpio mis mesas
de andares y mañanas,
cause seco

de maderas con migas
de pan,
como lenta copla
mañana
se besa mi alma con el
silencio de tazas lavadas
y mal detergente.

Vivimos en tiempos
   estáticos
      estéticos
         y drásticos.
Quiero delirante
del guijarro
como corazón en el
río que asoma, mojando
tus piernas
desnudas
como migas
obviamente
de pan.

19 de abril de 2013

En el Sur mi frontera

Si el ombligo es lo mas natural
que tenemos;
lo afirmamos así, si lo es
Es porque nos parieron
de ombligo.

Si del medio venimos
a tierra
de los pies subimos
al cielo.
En el sur mi frontera
frontera extensa y
que conserva.
Frontera, en el sur,
mi eterna.

Si caemos de picada,
guarda
no es poca cosa,
si caemos nos levantan.
Juntos luchamos
juntos pregonamos
Si nos caemos de picada
juntos levantamos
los puños y las alas.

En el sur, mi frontera
es inconcebible
Mi frotnera es perenne
Pero inmortal.
En el sur, cuando vamos
Rompemos las lineas
de todo, espacio
construcción de amor.

En el sur nuestra frontera
nosotros, desde afuera
movemos la linea
y se suma quien quiera.

15 de abril de 2013

Saberes sabores


Tras de mi nuca... se enreda el alma de mis cantos,
tras de mis versos las cinturas de un colibrí;
Un ave sensata y con sueño se despereza en mi camino,
desata en mi garganta un llamado al llanto marrón de las flores
de un guitarron criollo de todas mis memorias
de todos mis olvidos.

Viene cantando desde el río mi sangre,
en un bote de mares tranquilos que desfenestra
con los llanos de mis arboles
con los destinos de mis pies. Donde sea que voy
donde sea que estemos mañana.

No esperes que explique todo, yo no se
el sabor de los cerros
el color de los sueños
el calor de los ciegos.
No esperes, amor, no esperes
en la comas se van mis versos
sin puntos que frenen
sin miedo y sin saberes.

Tras de mi se enredan mis pasados, todos ellos
mi alma son mis cantos y mis cantos son otras penas
de gente que nace gritando la noche clamando de día
mi alma es el canto que dirige la orquesta del pabellón
de los olvidados, los fusilados,
los amores sin poema en otoño
los otoños sin amores en el poema.

Todos los besos todos, dicen letras
todas las letras todas, escriben nombres
infinitos en el piso carmín
en el cielo
o en el café

Que seamos bellos, amor
que seamos eternos,
que las estatuas se pudren en su pedestal
y el espíritu de mis estrellas
le manda cartas a tu garganta voraz
a los saltos y a los tropezones
a los sabores de tu corazón.
a los saberes de toda boca roja.

Resiste

¡Con bastones el fuego no se apaga! 
¡SALA ALBERDI RESISTE!
La cultura no se mata ni se reprime

10 de abril de 2013

invierno

La bufanda en la silla
y el frio golpeando
con furia la ventana.
Hoy te quedas del otro lado.

¿Cuantos pasos dan
mis pies hasta los pies
de minimo rugido murmuro
de mi cama?

Me tiro y pienso
y escribo y pienso
y respondo:
suficientes

El mundo me entra en una orilla
el fuego en un cajon
y mi amor en las uñas.
Creo que la musica
me ablando.

Nadie puede hacer una revolución
por lo menos interior
sin algo de calor.
Cafe, traeme a ella
que tanto la necesitamos
yo y mi fervor.

El problema resulta
meter el amor en el fuego
el fuego en la orilla
y el mundo en el cajon;
mandar todo a guardar
necesito este corazón en llamas
nada mas, amor.

8 de abril de 2013

En mis terminales en Do mayor y sonrisa

Movimiento, las cosas tienen movimiento
la oportunidad de estar en libertad
es que siempre estaras
siempre estaras en mi.
Las cosas tienen movimiento; Fito Paez
Hasta en mis terminales habita gente,
y hablo de mias porque me apropio los miedos
que me generan los adioses de nafta y colectivo.

Hasta en mis terminales
hay habitantes hermosos que en sus casas
de 15 minutos, 30 o una hora
esperan mudanza en mano de chofer y paisaje.

Hasta en mi sangre fiebre seca,
pasa cuentito por contar contado por cuentacuentos
que confirma mi teoria: hasta aquí
podria habitar mi memoria.

Si es que cada tanto el pago
de un rostro por tocar;
hasta en mis rostros habita gente,
gente linda, gente que hay que guardar.

Hasta en mis terminales, de paso, habitan
tus ojos, tus abrigos y tu aliento.
Hasta en mi imaginacion se inventan
países con tu bandera, ciudades
con tus calesitas, lluvia y el cariño cuando se pueda.

Hasta en mis terminales habito,
mi sangre con tu sangre con mi fisura
y mi vuelta a medio sendero y amuletos a 2 pesos.

2 de abril de 2013

El tiempo en que se van


Enfrentamiento tardío de situaciones encontradas pasos atrás. Exceso de pasos, distanciamiento agigantado. Tic tac, taquicardia, tic tac.
Se acerca el momento, apurarse, el minuto en punto y el nudo que asfixia el sistema respiratorio.
El vómito verbal y el choque de tiempos con verbos. Querer entender, odiar los asuntos pendientes mal-catalogados “después”.
Mari Gutiez

Un verdadero revolucionario está guiado por grandes sentimientos de amor…

Ernesto Che Guevara.

Aclaraciones:

Una revolución puede ser, bien un cambio circunstancial de la historia, o bien el haber estado haciendo circunstancias en su propia historia. De todas las formas posibles, el haber revolucionado el adiós, sea el último o el primero, significa haberle tenido un miedo a la muerte tan grande que ya no asusta.


A 1 minuto de la revolución, pensó en ella.
A 2 minutos de la revolución, pensó en la revolución.
A 3 minutos de la revolución, pensó en un cuadro de Monet, en un poema de Whitman y en una canción que nadie cantó.
A 4 minutos de la revolución, sabía que vencería.
A 5 minutos de la revolución, sabía que moriría. Y ahí se le complicó.
Cuando los momentos no son los justos y a las apuradas te obligan a hacer más precisiones que verdades es como un trabalenguas del alma. El problema fue que después de respirar como la primera vez que despertaba en su vida, a 5 minutos de la revolución, llegó el día siguiente y ni la revolución ni el amor lo habían matado lo suficiente como para saberse muerto.
Toda revolución empieza por dentro, así también su armamento. Tenía en su mano un fusil, en su mochila municiones y en su bolsillo una libreta. Tenía en la otra mano un grito ahogado y en el resto del cuerpo el amanecer acariciando lo áspero de vivir. Así el sol se enterneció de tanta locura junta y le permitió ese silencio que todo él sabía bien que significaba.
Bien sabido que un fusil de versos y balas del calibre de un te quiero al revés del mundo, bien sabido que un todo el alma nunca alcanza para ganarlas todas (las revoluciones, obvio).
Atacó con todo: frases, diptongos, antónimos y sinónimos. Puntos, líneas, paralelos y meridianos. Comas y besos y largas distancias con largas pausas y largos puntos con coma con larga cola que nada querían.
Como explicar tanto amor a esas horas de la mañana, a esas horas de conocerse tan poco, de saborearse tan tanto y esperando.
Atacó con el miedo de saberse perdido y con un futuro a cuestas de saber que ninguna revolución merece tanta sangre derramada incluso cuando no se derrama sangre.
Atacó con el silencio. 5 minutos antes de lo esperado ataco con silencio y con todo su significado de palabra muda. Luego el resto del armamento y el batallón ulterior a su alma se encargó.
La besó seguro. La besó seguro de que nada valía. El beso fue un seguro de que fue una buena batalla perdida. Fue último y tal vez fue el primero con sabor a otra sombra
Era la segunda vez que caia en una revolución de besos de despedida. La primera la gano, la segunda, a cuestas.
El problema de las revoluciones internas es justamente, el adiós que viene 5, 4, 3, 2 o 1 minuto antes de ellas. El problema de pensar en ella es justamente que ella está ahí, a 30 centímetros, a 1 metro, a una cuadra. Se va, se va y se fue.
Ni la revolución ni el amor lo habían matado lo suficiente como para saberse muerto. Festejo la victoria esa misma noche con una cerveza. (De más decir que en estado cadavérico y en putrefacción).
Pero se sabía.