5 de noviembre de 2011

El Gorrión de la calle 13

Arte de

Abby Diamond


Es un gorrión en la lluvia. Un espantoso día de lluvia, Espantoso en ese sentido que pocos se dan cuenta que significa lluvia en si.
Un gorrión que va cortando lentamente las aspas de la infinita nube. Bien se sabe que a esta hora a la cerveza no le hacen ninguna gracia las lágrimas, también en parte porque la gente no sabe llorar. Y el gorrión se hace 7 de la noche.
Llueve disparejo, se saben, se sienten las gotas pero recién en el suelo… se conocen casi sin conocer las plumas aleteando. Esto tampoco importa demasiado si volteo la vista para adentro a estrechar mi mano con mi mano que mira impetuosa de vuelta. Pero el gorrión.
Vos sos el gorrión, no me caben dudas, solo vos podes esquivar así. Yo ni siquiera soy la lluvia, miro sin ver la verdad. Soy un pedazo de baldosa arrancada del suelo, quiero volar, sé que sabes que quiero  volar. No me llega a mí esta cuestión de lágrima desde la intemperie.
Vos serás el gorrión, bien se sabe. Pero yo te escribo y tengo una cerveza, que no se compara con volar… pero me permite pensarte sin andar renegando en esquivar lluvia.