29 de noviembre de 2014

Sonambular

"Quisiera ser lento, la persona más lenta del mundo, que cuando todos aprendan a caminar yo todavía gatee, y balbucee cuando otros conversan." Luis Pescetti - lento

Lento aprenderé lento
Como un caracol, un plástico esperando
El desgaste lento, una noche
Sin dormir que pasa lento, así
Lento voy a aprender
A hacer todo todavía.

Lento deberé ser, cauteloso
Como un vigía en la playa rocosa
A veces llorare lento
A veces.

Lento pensaré en revoluciones
Lentas como una flor nocturna,
lento leeré libros que no dirán nada.
Lentas las lecciones me llegarán
Y yo siempre atrás
Con mis manos esperando.

Y al final, lento soy y siendo
Me quejare de haber sabido que te necesito
Lentamente, llegando sin buscarte
Como esta lluvia de menta.

Lento el mundo que no cambia
Como un gato dormido,
Te pediré mil disculpas lentas
Por que no puedes dormir
Y yo tampoco
Y nuestras soledades nocturnas
Que juegan al ludo con las estrellas

Lentas
Se hablaran.

23 de noviembre de 2014

Foto

Ah, te veo jugar con ellos,
y sos como una miniatura de diosa
fatua de la alegría.

Madre, oh y tan hermosa que eres;

(los edificios impresionan
Yo simplemente no resisto la presión
De un batallón de pulgones que vienen a devorar
Esta sonrisa)

se que no lo entiendo, solo rio y deseo
abrazarte como un gran
monstruo
feliz y desvanecido.

Tampoco, cuando niño,
En mi retrato desmemoriado no entendía las canciones
De Spinetta, y otras chucherías
-y me inventaba las letras de pu a pa-
(sigo haciéndolo, oh, hermosa vos como la canción)
y vos ¿Ves en mi ese niño que ama?
Lleno de baches, a veces ando a los tumbos
puedo caer tanto en una pila de hojarazca
como en el llanto, y aún
¿Ves en mi?

Oh y no me basta hoy con piezas de madera
y sucursales de banco Macro que me pudren;
ahora hoy vos sos la plaza, la fuente,
me has enamorado con tu sol, con tus encantos tibios
tus 31 años que son brazas,
Incendiario bondi a tu noviembre ombligo,
cambio de era, de tinta y de piel.
Me haces llorar
entre cosquillas, limpiando el alquitrán.


20 de noviembre de 2014

Pequeña muerte cotidiana


"Son eso: un Árbol que está solo entre la llanura inmensa. Aún hunden las raíces en la tierra, todavía elevan sus ramas al aire donde se arremolinan el calor y el polvo seco que arranca el viento. Resisten para no dejar de estar. Se alzan estoicos para volver a estar con otros."
Emiliano Bertoglio - Metáfora del Árbol que está solo

Creer que alguien muere burocráticamente es creer que la burocracia no se inventa, no la inventan. Porque verá, la burocracia es una maquina perfecta: no se ensucia, porque los responsables son multiplicados todo el tiempo; no tiene sobrantes, el papelerío innecesario se convierte siempre en algo más, en un proceso de bola de nieve que nada lo detiene, ni frena, ni comprende. La burocracia es el sistema lógico que, como en una computadora, hace funcionar a las instituciones, de tal forma que su coordinación o descoordinación parezca más una danza triste entre muertos vivos y maniquíes que en el manejo casi depravado de la vida humana.
Así, personajes como la Jueza Cecilia Fernández dice lo que dice, con su deplorable cadencia de palabras, hace lo que hacen las maquinas, "conquistar su rango de acción". Quiere dejar en claro que no podemos culparla a ella, sino al Sistema. ¿Quién es ese sistema? ¿En qué dirección se hospeda? ¿Dónde colgar las pancartas? Don Sistema parece un monstruo invisible que condena o premia según su deseo (según tu capital). Ay, que si de dioses se habla, los humanos sabemos crear los mas fantásticos y crueles.
Creemos que todo se funda a si mismo (pero nada nace de la nada) y no es tan así. Todo en Don Sistema se funda en intereses particulares. Y así, mientras la autopsia no lo diga, mientras el Poder Judicial no obre de oficio, mientras. Mientras. Mientras… nadie nada hace. “La droga es la madre del borrego de todo esto” dice la Jueza, mientras policías venden drogas a pibes en las villas y barrios periféricos. La máquina, en perfecto funcionamiento, se ríe y sigue contando y facturando.
El amor y la rabia son sentimientos valiosos. Los que dicen que no se puede construir del enojo simplemente se niegan a entender las grandes gestas. Don Sistema, con su cabeza burocrática, no tiene sentimientos. Es el tecno-centrismo perfecto, entallado, publicitado y que violentamente entra por nuestros poros todo el tiempo.
Ahora, que algunos se reunirán por la “democratización de las fuerzas de seguridad” (con ese tan emblemático personaje democrático que es Berni, imagínense, repartiendo lecciones constitucionales con palos modelo ‘76) yo no puedo decir algo más que unas simples palabras de desprecio a ellos. Ellos son los mismos que, como la frontera de la soja y como la no-frontera de la muerte, dicen que estamos bien y estábamos mucho peor. Esa terrible extensión metafórica que tiene la profundidad poética de una mancha en el piso, y se muestra a si misma como la comunión entre lo gauchesco y lo moderno, terrible falsa mascara teatral de un fondo que solo suena a huesos rotos.
Resistimos para no dejar de estar. Allá ellos, tecnoenamorados del horror, a mi dolor le esperan banderas, llantos, risas, lo que se necesite para alzar la foto de ese desconocido que ahora hoy se hace imprescindible de gritar

16 de noviembre de 2014

Revelaciones


Significar las palabras
cuando desbocando tureirtedelmundo
no me alcanza esta lengua chueca,
ahora que solo sabe pronunciar algo más que tus nombres
Como quien lame con el sol tu flequillo.

"Vientoquetumbamisdedos
Por el lado de tu espalda";
lo digo rápido, no sea cuestión
de que todavía me quede sin ladrar
todo lo que soy se escribe ya con la tinta tuya
con tus colores, que son demasiados.

Porque sos la nota que suena de estos dedosharpas
(Entre porvenir y devenir, ¡¡ay que ay!!)
Sucediendo todas las lagañas que nacen de tu patio cementado.

Amor, tu rabia que come de este mundo
sublimándote
en todos los rincones de mi piel;
te desencajan como fogonera de memorias,
Porque existe esto que es ya haber dejado de escribir
para dar lugar a tus huellas.

Entre máquinas de coser, tierra profunda
América se hace la América en tus brazos
Como un mundo que puede ser bello
Para siempre terminar a los llantos
Alegres como cascadas y juncos.

Tu voz me va haciendo comillas en la garganta,
Las condiciones objetivas, y que mas sanata te diré,
            Quiero verte todo el tiempo
            todo el tiempo verte quiero
y así rondeando y redondeando
Temo y amo.

Las baldosas crujen como si tuvieran vida
con uno solo de tus paseos descalzos.
Ahora bien, si me decidí
por esta cálida conjunción de verano
habiendo realizado todas las sinapsis
de atravesar tu puerta;
Dejaré lugar
a que me inundes de a poco
todos los muebles de este interior.