Me sentaré aquí
a pensar en vos o a perder colectivos,
hasta que una de las dos cosas deje de dar como resultado
una bella forma de contradecir a esta ciudad.
Probablemente los colectiveros lloren
mi ausencia lo justo y necesario,
lleven coronas y flores a entierros
o les digan lamentos a sus amantes;
mientras cobran sus 6 pesos por cabeza
y algún que otro mal amado gracias;
Mientras esperan que suba.
Me parece que esta es la tarea
perfecta para ejercer
siempre y cuando se den las condiciones necesarias
que siempre se aparecen como resortes, gruas,
bestias torpes y mudas en medio de las lluvias.
Probablemente no se percaten ellos, tristes
desnudos en sus camisas Trans-Bus
que significas, quien sos,
y todo un mundo de quince minutos
perdidos siempre mas atrás, en los últimos asientos.
Y yo no contestare a ninguna pregunta,
guardare las palabras, recubriré de tierra mis trincheras
disimulare todo el amor, ellos no quieren
saber de eso.
Los mirare a los ojos, les pagare
Vendrá a mi el recuerdo perenne de tu risa estallando
Con todas las ovaciones del público que esa risa merece
Sonreiré, y dedicare una última morisqueta
A todo este mundo
donde siempre estás/como prueba irrefutable
del atentado que ocurre en mí
donde vos explotas;
todo lo que soy lo refundas
donde vos explotas;
todo lo que soy lo refundas
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