21 de febrero de 2015

rompehielos

y ese poema que hablaba
de amarse entre dos
se aplicaba perfectamente
solo
al partirse al medio
al caer al suelo
como una fruta madura de ausencias.

De vos no iba a ver volar pájaros
ni correr perfumes llenos
de tu costado izquierdo.
Igual intente con todos los lentes
de todas mis almas
de todos mis prismas.

 No iban a construirse cultos
ni sembrar hambrunas en mi lengua
por vos no
pero parece que al final si.
La autonomía de poderes
esa ontología que separa razón de emoción
se compra fácil
en la corporación de las ausencias
que duran mas de dos mañanas.

Sin embargo estoy aca
¿Acaso yo no entendí
el día
las hojas
los señuelos
los transeuntes adjudicados
a mi paso
yo no entendí
las fiebres
y sus colores
la palma
tanto como la no mano?
No.

Yo todavía conduzco este rompehielos,
sin embargo el mar no dice nada
no hay glaciares por fuera de tu cintura
yo conduzco este rompehielos
donde nunca llegamos
a embarcar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario