11 de abril de 2015

Oficio


Vengo contando la cantidad
de veces en el día
que mi boca intenta decir algo
pero la freno antes que se forme la primera silaba.

Suena
como una especie de quejido grave
y gutural;
algo que nunca se musicaliza
que ahí queda.
[Solo hoy
lo hice 48 veces].

No se la cantidad de palabras
que tengo para chistar hoy,
de eso perdí la cuenta.
Los renglones
extrañamente largos como una ola
que puedo sentenciar a estas horas de la noche
son significados vacíos.

Mientras, un violín
de la canción Nada de Gabo Ferro
suena en escala de La menor.
Suena igual,
Casi igual, que todos
Los inviernos telescópicos
Para ver y estudiar que se dejaron
sonando adentro mío, rompiendo contra
Todos los pisos de madera de este mundo.

Soy la interpretación
de todos los psicólogos sobre lo que
dirán que dice el zodiaco
Que deben decir sus pacientes.
Hoy tan poca
prosa en los pos-clasificados de la Voz
como acá adentro.

No me quiebro
garubo en pasos cortos azules
me oxido a mi mismo
con la estepa de mi frente.
Me quedo a vivir en todas las cajas de gas
del mundo.

Voy sintiendo como
me pesa la ausencia
Del tiempo y los codos
sobre la mesa,
apoyados más en migas viejas
que en madera
me avisan que pasa lento el tiempo.

No hay quien profese
Un trabajo de medio día
para contabilizar de lo que no pienso perder la cuenta
un ejemplo
es el cuerpo propio y ajeno no estando:

Un trabajo contabilizado
donde se besen el fin de los ojos;
el comienzo de la nariz encallada;
el pasar las palmas abiertas por el cuerpo des-dialogizado
haciendo fricción de poros;
los párpados mutilados por el sol
como un gran pote de 40 ml de pintura amarilla para tela;
La cutis desentrañando lobos de
la carne, como conferirle al mundo un cortejo de alegría;
Marinos corrigiendo el rumbo
de un barco sin contornos
en un mar sin limites.

Procesarse como una verdad amarga
Pasante de mi garganta
Lenta
Pastosa
haciéndome sentir
Extrañado de mi cuerpo.
En este día que los autos son dos ratones veloces
pasando por el filo que sale debajo de mi puerta.

Y llegan los labios
la hora de los labios
-que horario que cargan-
hinchados
Pero no tanto;
Rojos
Pero siempre natural
nada resaltable en la teoría del color
Pero si en la algarabía del mundo;
si para sacar entradas;
si para circo nuevo en el barrio;
si para pasar tardes edificando;
si para explorar.

¿A quien quiero mentirle
si no hay oficio para mi el cuerpo?
El cuerpo es inmedible
inabarcable.
Hay ausencias
comandos desde el sentido
el cuerpo es todas las fronteras
el precipicio
pero también
la guía.

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