4 de enero de 2015

Una nota al pie leida como una clave


I.Hoy que declaramos esta paz
que abre sucursal,
no se si importa en que territorios
en que acordes o disonantes
cruce contigo tanto
como que los cruce contigo.

Se en cambio,
en este cortisimo tiempo
en este cosmos del segundero
en esta infinitud métrica
que te he extrañado
fibrosamente
mentalmente
y a veces suspiradamente.
Pero siempre mantuve lo delicado
de las flores que me diste
en la sonrisa esta la mia que a veces es tuya.

Yo que ahora hoy se
que no alcanza ni el poema ni la flor
por eso propongo
que compartamos
esta felicidad que me supe
construir con mis pausas,
y esa felicidad que supiste
construir con tus manos.
Y no por eso
decir que no existe esa
otra historia, la injusta
carroña de mundo.

Que me digas como siempre haces
tu mas inquebrantable sueño,
la mas tierna de las piedras de tu río
y no por eso
ignore yo el río todo
aluvión de vos siempre bello.
Yo te diré, mientras
algunos de mis anhelos
aunque sean pocos y rotundos.

Se que sos mas que los momentos,
que los labios que me aventuras
delante de mis labios y donde robo tu mano
dormida
en mi mano dormida.
Por eso más es que siembras
algo en mí que va más allá
de todas las raices.

Gracias por eso.

II.

No hay que creer que el cariño
y la libertad
como se cree en los lagos artificiales.

Debemos, (nos debemos)
inundarnos
ahogarnos.
Desbordarnos
siempre.

No vine a aprender nada
y sin embargo
aprendo.

Y el contacto
pasa a ser todo el fuego
que necesitamos.

He venido hasta aquí
corriendo
para decirte
que me libras de ser hombre
para que seamos
humanos.

Y eso es incluso más
que el amor
que el sabor
que la vida que te he dicho.

III.
Y aunque la táctica
y la estrategia
suenen complicadas
el plan de esta hormiga, simple
pequeña
es solo llegar caminando lento
e instalarme para la función del abrazo
en la cuenca de tu cuello.

Teatro privilegiado
para que cuentes
tus utopías.
Teatro mágico
para contar
contigo.

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