"Hubo una noche que pudimos respirar
descalzos, desparramados hasta lo real
nos caímos en un charco lleno de vida
que hasta las flores se mandaron a volar"
descalzos, desparramados hasta lo real
nos caímos en un charco lleno de vida
que hasta las flores se mandaron a volar"
Psicobondi - hasta las flores
No puedo ni abrir el chicle
con una sola boca,
porque esta boca anda sola
canta sola
hace piquetes verbales
que le dan un poco de que hablar.
Juego de manos contra la ciudad
cuatro esquinas, yo estoy en todas.
Vigilar - castigar -
controlar
suprimir
esta caja lo hace mejor que nadie.
Encontré un limite
ludico-linguistico-biologico.
Se trata de algo parecido
a la asfixia por falta de espacio
para navegar a tiempo
a los mares donde desembocaste
los ríos de contundencia
que usas con esas zapas de lona.
Pero recapitulando:
no puedo ni abrir el chicle
con una sola boca, sabor falso rosa
tengo las manos ocupadas
amortiguando la caída libre de mis pies
sobre el otro pie
sobre el otro pie
gateando, aprendiendo a caminar
de vuelta.
Las calles revientan, son sapos muertos
suculentos para el moscardón
que mas besos le dio.
Mi cartuchera se llenó hoy
de viruta color "está noche suenan los piojos
y brillas como un trozo de vidrio
debajo de las hojas".
También le digo color piel.
La noche tiene la soledad de una camilla
recién despachada.
La sutileza de un farol quemado
en el alumbrado publico recién instalado
del barrio mas puntero
en el que estuviste.
Para sintetizar:
si, hoy estoy libre ¿queres hacer algo?
combatir
el incendio.
Calarse los guantes
knockout
a los tres minutos
sin sentido
sin muchedumbre
sin sangre
irme a la lona.
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