1 de septiembre de 2014

Los fundamentos elementales de mi vida cotidiana

"tanto si yo estoy contemplando el panorama de la ciudad de Nueva York, como si tomo conciencia de una angustia interior, los procesos de conciencia implicados son intencionales en ambos casos. No necesitamos insistir en que el tomar conciencia del edificio del Empire State se diferencia del tomar conciencia de una angustia. Un análisis fenomenológico detallado revelaría las diversas capas de experiencia, y las distintas estructuras de significado que intervienen" 
Berger y Lukmann; Los fundamentos del conocimiento de la vida cotidiana


1.
Yo, que tampoco se escribir, tengo algunas poquisimas
maximas posibles del todo. Porque
tampoco se muy bien que es lo posible del todo.

Me cuesta definir rutas, o trazos
más bien prefiero tener como guía espiritual
un Apolo I tripulado con
todas las envolturas de caramelos con las que atraganto
la libertad de mercado del elegir entre
machacarme con vos
o con cualquier otra ruta posible del estereotipo
que al 106 derecho por bulevar 
con la costumbre: 45 minutos de viaje
6 pesos
"no le hable al chófer" situation.

Libre es un pueblo cuando es feriado 
y me matan una paloma blanca

Que cruza del tórax a la acera
toda una desagradable imagen de la modernidad
tamaño columbidae
y ahí tan yo campante con la humanidad a cuestas.

2.
Propongo
poesía de acción directa:
Vos paisanaje sin fronteras 
yo cardo que no pincha. Son de esas

cuestiones que funcionan porque nada esta
destinado a funcionar fuera
de la aceitada maquinaria del fracaso.

No uso medallas de santos, pero le tengo
una fe estúpida a las imágenes.
Vos, por ejemplo, sos mil fotogramas mejor
que la ultima vez que te vi
y aun así, todas las salas de cine
me ayudan a encontrar desagradable
los mismos pisos pegajosos.

3.
No voy a describir
Una realidad cantada mucho antes.

Me dijeron que esto de la ciencia es ver las novedades.
El problema es a la vez
que el rock llegó a la perfección en el 74
y lo demas fue plagio di plagio.

Con la fatiga de cólicos 7 aemes atravesados
por todos lados. Postales, falsos membretes
eternos ruidos de autos
pasados semáforos y cuentas
con pendientes en sus orejas,rutinarios muertos de hambre
devorando carne de cañón
(lo que siempre supuse 
como un mal gusto culinario)

No. 
Prefiero esto 
del ya matutino 
del vos cubículo 
oficinas y cajones para guardar
poemas sobre lo linda que estas.

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