28 de septiembre de 2014

El problema siempre fue la idea de la reencarnación

 Quisiera cambiar el mundo
y me vengo a enterar
que el mundo puede entrar
nada mas
que en tres palabras.

La incredulidad
me mira desde tus ojos

Nuestras manos se pierden
en fronteras de papel,
lineas rojas, inútiles, piensan hacer un pase
del banquillo imaginario
a las condiciones naturales,
y vos te negas,
mientras cruzan y juegan la diversión auto-onanista
de conocerse.

Veo la calle, afuera se prenden
televisores como si fueran fogatas
y nos asaltan docecuoteros;
Ivos Cutzaridas en cada esquina
matan un libro de historia;

Es como un loop terriblemente monstruoso 
de la condición humana,
y no hay pretención del protagonista
entrando a escena
matando a los malos
rompiendo el libreto.

Demonos el refugio
de nosotros.

Estoy usando un camino
alterno,
estoy sacando cromo
de mi mente,
voy a cambiar el mundo
desde el balcón de tu clavicula.

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