allá lejos la fabrica, las calles, los sustos de las mañanas de
versos
que amanecen mojados de lluvia de césped seco.
Con los naipes sucios en las esquinas de nuestras suertes
habrá que prender fuego los mundos antes que los mundos nos
remienden.
La luz estaquea una
ventana como un soldado de guerrillas a mi espalda
y alejado de las alegorías de una esquina rota, de un pasillo
corto
y el vaso con el calor entrándole
como si fuera ya de verdad
nos vamos a volar con los pájaros
partidos por la mitad de esta zamba
dibujadas en un papel servilleta
y a la vuelta vamos a encontrar
llenándonos para la
lógica del mar que no tiene mar
y del sur que no es operario
del sur de sures
del cariño de las manos por manos
y la buena madera de encontrarnos a los dos
entre los dos
Arte de Oscar Oiwa |
No hay comentarios:
Publicar un comentario