Yo estaba en el otro precipicio
Mejor dicho
No estábamos en el mismo lugar
Considerando que nos separaba
Una larga nube de fumadores solitarios
Que acababan de bajar de las calles
Que siempre se empeñan
En inclinarle la suerte a uno
En todo caso,
Continuando con esta alcoba de historias
De jarros vacíos
Y de estómagos llenos de licor
Considere seriamente la distancia
La copla que nos separaba
No eran más de unas tres mesas
Y dos sillas
Sin contar los quinientos fantasmas de borrachos
Milongueros y bailarines
Desperdiciados entre los hospedaje de alcohol
Me acerque triste insolente, tal vez
Caminando
Paso
Por paso
Hasta esa ultima mesa
Del rincón del mismo foco
Que entregaba la sombra tuya
Y sin más
Seguí caminando
Y te rose
Y me fui
No es una gran historia
Pero los verdaderos borrachos del antro
Saben entender
Que una persona
No esta hecha de grandes historias
Ni de triunfos demasiado pequeños
Y también saben entender
Que estos no eran pies para ese tango
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