7 de febrero de 2011

antros

Yo estaba en el otro precipicio
Mejor dicho
No estábamos en el mismo lugar
Considerando que nos separaba
Una larga nube de fumadores solitarios
Que acababan de bajar de las calles
Que siempre se empeñan
En inclinarle la suerte a uno

En todo caso,
Continuando con esta alcoba de historias
De jarros vacíos
Y de estómagos llenos de licor
Considere seriamente la distancia
La copla que nos separaba
No eran más de unas tres mesas
Y dos sillas
Sin contar los quinientos fantasmas de borrachos
Milongueros y bailarines
Desperdiciados entre los hospedaje de alcohol

Me acerque triste insolente, tal vez

Caminando
Paso
Por paso
Hasta esa ultima mesa

Del rincón del mismo foco
Que entregaba la sombra tuya

Y sin más
Seguí caminando
Y te rose
Y me fui

No es una gran historia
Pero los verdaderos borrachos del antro
Saben entender
Que una persona
No esta hecha de grandes historias

Ni de triunfos demasiado pequeños

Y también saben entender
Que estos no eran pies para ese tango

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