30 de septiembre de 2010

Cadaver Exquisito II

ternuras y monedas

Primeros versos de la querida servidora y los siguientes son mios 
Fotografiá de Micaela Bossio

El río de ayer no es el de hoy, por que las aguas corren y no son las mismas.
La brisa de ayer no es la de hoy
La de ayer se llevó otras lágrimas.

Conjunto de otros mares también seco
Durmiente de las mejores siestas de flores

Golosa de coloridos pétalos, hambrienta de dulces aromas
Desaparece entre los blancos velos.

Y lento como las velas o las rupturas
Suspiran los lechos de letras y cadenas (labios de jardín)

Y ella despierta tristemente. Mira el cielo... y termina sonriendo
Brinda por que el hombre es la más graciosa maravilla.

Pero maravilloso como las uñas despintadas
Todo desaparece a su tiempo con su imprenta animal

Caen las torres, se destruyen tristemente.
Lo que soy ahora, no es mas que una sombra de lo que fui ayer

Todas las sombras se alientan a sus momentos
Es así que un hombre sin ella no vale sus monedas

Monedas que gasta en alcohol para olvidarla. Deja el tiempo pasar.
Y no puede más que esperar mientras se ahoga lentamente en la oscuridad.

Los chalecos las camperas los amores que te he prestado
¿No bastan ya para perderte entre los murmullos de la sangre?

Del puñal amigo, el corazón deja de latir.
Dibuja la soledad espirales con las vidas que se olvidan.

Dibuja con cada una de las tintas que tiene en las palmas
Aunque de flores y sustentos no se salvan de las gamas y espejos

Entonces se rompen y se resquebrajan ellos...
Al ver como caen sus mentiras.

Retumban truenos y hojas con las diáfanas sucias
Una mínima cuestión de papeles besos y nimias

No se necesitan abogados del alma, ni derechos de las flores
Solo necesitamos la tibia noche y la tierna soledad.

Dulce como las visitas a las habitaciones desnudas desordenadas
Emperadores de trazos y de espaldas a la oscuridad

Dictadores de filos y estrellas, esclavos de brazos y labios
Se hace muy duro vivir

Jurándonos eternos brazos que no llegan a los otros
Cuando te pesan en la esperanza un suspiro de amor con miel

Cuando lloras por que no sucedió en el ayer
Cuando no pensas mas que en verdes de naranjas.

Las melancolías se te caen de los árboles divina
Como tus besos por el suelo o tus pisadas en mis oídos mi miel

1 comentario: