(fragmento/s)
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo
ni sé
con qué pretexto
por fin
me necesites.
Esfumo el enroqué de mis peones fulanos
Matando el tiempo con las espadas de tus alfiles
De plazas sin frenos, que siguen de largo
A los caminantes diurnos que se van al cine
De las fotogénicas mentiras de autores sin lentes
(...)
Y como veo que el árbol no se mueve
Y tú no haces nada para ayudarlo con su empresa
Te acompaño sentándome en las ramas
Con tangos tallados en las hojas amarillentas
Entonces compartes el mate conmigo
Saludando al pasar las palomas violentas
Que no buscan en su vuelo
Mosaicos, más cicatrices que las curadas
Por haberte conocido esta tarde extraña
Todo lo que viene tiene que volver... y no me vengas conque te debo plata por que si no vuelve es porque nunca vino eh!
¿Soy las costillas que detienen tu corazón?
¿Soy los pulmones que no alcanzan para tu voz?
¿Soy, acaso, tu ultima lagrima reventada
Contra la ventanilla?
¿Soy el libro que cierras a las 4 de la mañana?
¿Soy el miedo a encandilarte con las llamas?
¿Soy el beso que no diste ni pediste?
¿Soy, dime que no, la tristeza que no me dijiste?
Mas allá de todo lo que se diga, mas allá de todo lo que se pueda hacer, estoy casi seguro de eso. Que todo vuelva, eso si, no quiere decir que vuelva igual o que no se algo de mismo valor lo que vuelve, es complejo pero cierto…
De techos y cartas
Suena el chispeante golpe de las gotas
Contra las ventanas heladas y desafiantes
Yo, como siempre mirando los postigones
Con la estampilla de las cartas contra mi piel
El techo crepita de placer
Y las gotas del tamaño de mis dedos se desvanecen
Entre las estrellas maltrechas
Oigo en la radio un intento de de predicción
Pronto dejara de llover dice
Apago la transmisión y sigo con mi litúrgica
De cuentos desesperados de placer
Entonases encuentro en medio
De la pila desordenada de rayos
Un sonido diferente, un centenar de ideas
Un sobre abandonado en medio de todo
Pero es solo eso, el sobre
Lo que me hace sonreír
No tiene caricias, ni insultos
Páginas o mariposas
Letras quemadas o un saludo neutro
Y yo, con mi cara de estampilla
Decido llenar el sobre con lo que me queda
Abro la ventana y lo echo afuera
Esperando que el viento lo lleve a destino
Suena el chispeante golpe de las gotas
Contra mi cara translucida y sonriente
Yo, como siempre, llorando en los corazones
De los techos crepitantes de placer
Y una radio con predicciones que no dicen
Absolutamente nada