8 de septiembre de 2013

Lavanda

La desorientada tarea
de que no exista en todo el terreno
un sahumerio para prender
y olvidarme.

Una tormenta descalza
amenaza con venir e irse y venir.
Parece que un cielo de cristal
cubre por fuera a este mundo.

Las esperanzas friegan los pisos
con un delicioso olor a lavanda
y yo tiro toda la mugre a las puertas
de mi pasado.

Es claro que los carteles y los cables
ya pasaron a otro tiempo
donde las sombras eran la luz atravesando
toda declaración de amenaza.

Sonrío con la seguridad
de que esta saliendo el sol.
Sonrío con la seguridad
de que sonrío.

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