13 de febrero de 2013

Réquiem para una botella de agua saborizada o como no tomar un colectivo

Veamos como emprender vuelo:
Súbase con valentía los pocos peldaños
Siéntese en el asiento (butaca 15, recomendable)
y,
mirando fríamente al frente
(película vacía sobre algo de policías y
un auto
y un loco
y algo así como un tele
alta definición que por causa
y conocimiento crucial del
movimiento
del colectivo no quiere
funcionar),
Relájese y espere arrancar.

Posiblemente a los 15 minutos
se dará cuenta de su error:
Primero: usted se sentó justo
en el asiento contiguo al tipo
mas desagradable del colectivo,
posiblemente en el asiento
12
se encuentra la que sin duda es el amor
de su vida
(solo que ni usted ni ella lo saben, por mas
que usted lo sospeche);
probablemente, siguiendo el hilo argumental
sus auriculares decidieron fallar en la
tentativa de desenredarse y
el celular en su tentativa de tener
batería.

También, como podía ser menos,
no compró la muy necesaria
botella de agua saborizada para darse el gusto
y viajar hidratándose correctamente.

Por ultimo, no ser menos:
usted no va a emprender vuelo, no tiene alas
no se ilusione
ese colectivo no lo lleva a la salvación, aunque puede
lo lleve a algún lugar lindo (o no).
Instrucciones reales para volar:
déjese crecer alas, o lea. Compre ese agua
el ataúd de la heladera no le sienta bien
ni a ella
ni a usted, con su ataúd de colectivos
butaca 15.

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