es tan oscuramente simple
una luciérnaga podría ir
iluminando tramo tras tramo
de toda esta procesión de avispas
que queman los retazos
los sueños las vigilias de
uno vive con el miedo de que lo miren
y la niña que esperaba en la misma parada
del mismo colectivo de siempre
entienda de nuevo lo que dices
y te ilumine la mal pesada tratativa
de saberte vuelto de morir
y sin embargo no iluminó
nada de este día que anda apurando
otoños inviernos
eligiendo (exigiendo)
una rápida respuesta del hambre del alma
del alma del hambre del hombre
del hombre que a falta
y resto de alma
busca en sus tierras primeras
encontrarte
perdonarse y que la perdones
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