“sobrio no te puedo ni hablar, me hace falta mi estupidez”
Patricio rey y sus redonditos / Tarea Fina
los experimentos son necesarios de vez en cuando para distraerse un rato… gracias wen
Cadáver Exquisito numero 1
Las caras de las ventanas frías siempre miran
Los extraños en sus ramas de porcelana
Se posaban esperando el viento que los ayudara a partir, a remontar vuelo
Hacia el sol sangriento
Y de heridas que no se curan como de perros
Como el servicio secreto de una mirada
Miraba dubitativa y extraña, expectativa esperando el movimiento en falso de aquel individuo que, por alguna razón se creía que ayudaba al narcotráfico.
Pero era solo una inyección de estupefacientes
Y fantaseaba con vivir encerrado en su guarida
Lejos de todo, de su vida, de su familia, de ese cerezo maldito, cuyas flores golpeaban su ventana incesablemente, provocándole tal insomnio.
Que insolente solo son los barcos de los esbirros
Y los sueños solo ojos de tu boca
Le daban tal impresión. Entonces la muela empezó a doler, envenenando sus encías, su boca entera su lengua. Tal lió fue el del médico.
Y tal el fulgor del paciente de sus paredes y velas
Que descalzo solo se puede tocar el aire y pasto
Césped recién cortado, inundando narices con su aroma, cuidando gotitas de lluvia, acogiéndolas. Abastecerse para el invierno dicen algunos.
Pero las primaveras eran solo soldados
Si las flores solo cargan agujas y verde
Habrá que aprovechar esas agujas. Algunas se clavan en la piel, atraviesan limpiamente la carne, la sangre se presenta algunas veces y los ojos se entornan. El cielo se viste de dragón.
Mientras que las manos se enfrían en las bufandas
De frases entrecortadas y gargantas sin cortes
De lenguas rebeldes que contradicen y pelean, de oídos que no se quieren cerrar, de ojos que no piensan dejar de ver aun con los párpados cerrados. Son corazones que se niegan a dejar de palpitar.
Aunque sus dientes sigan masticando las venas
De los sangrantes robots de un Venus sin colores
Que no paraban su marcha, avanzando en un estado Belzequer donde agotaban hasta las últimas fuerzas. Les habían ordenado matar, mutilar, y sólo eso pensaban.
Aunque el azul es rojo cuando se lloran
Las noches como los franceses le rêve et l'imagination
Dormir abrazados con dos je t'aime Uno recién escuchado y otro entre los labios para recibir la mañana. Aún se perdiera entre otros labios.
Los besos no son los mismos ni la saliva
Más allá de que las luciérnagas sean más bellas de noche
Más allá de que el criar de los pájaros acompañe más en la soledad.
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